El proyecto Mi Casa, busca un cambio en la manera de entender los cuidados en relación a las personas con DID, apoyando la desinstitucionalización en este proceso, posibilitando así buenas vidas en sus entornos comunitarios de referencia. 

El proyecto se centra en dos claves fundamentales: Buenos apoyos y buenas comunidades. Los buenos apoyos se centran en las metas de vida definidas por cada persona con DID y prestados en su entorno; las buenas comunidades son locales, potenciadoras de la diversidad, defensoras de derechos desde la responsabilidad colectiva, que cuidan, acogen y son accesibles, ofreciendo apoyos para que todas las personas sean visibles y puedan contribuir. 

El proyecto Mi casa es un proceso de tránsito desde la vida institucionalizada a la vida deseada en comunidad, diseñado por fases y adaptado según las necesidades. Para ello se hace especial hincapié en el desarrollo comunitario local, co-producido por las personas y organizaciones de los barrios, pueblos y ciudades, identificando necesidades locales que atañen a toda la comunidad, y construyendo respuestas de innovación social para resolver retos de cada territorio de forma colectiva. 

ALC^k trabaja durante este proceso realizando una evaluación evolutiva del mismo. La evaluación evolutiva permite incluir cambios y ajustes internos y externos en el proceso de experimentación en tiempo real,  basados en las percepciones y barreras identificadas entre los agentes involucrados en el proyecto Mi Casa. Asimismo, nos permite generar aprendizajes sobre la forma en la que se pueden desarrollar estos procesos de desinstitucionalización y proporciona nuevas herramientas en materia de innovación social a la figura de conector comunitario, la figura encargada de realizar ese trabajo de conexión con las comunidades locales.

Esta labor de evaluador se traduce en dos bloques generales. ALC presta apoyo al proceso de co-creación del rol del conetor comunitario y acompaña a 6 conectores comunitarios que estan trabajando sobre el terreno.