Cali y Santander de Quilichao activan las primeras carteras de experimentación en Colombia para dar respuesta a los jóvenes en situación de vulnerabilidad
Cali y Santander de Quilichao activan las primeras carteras de experimentación en Colombia para dar respuesta a los jóvenes en situación de vulnerabilidad
Ubicado en la comuna 9 de Santiago de Cali, el barrio Sucre enfrenta numerosas problemáticas sociales y económicas. Con una población de 4,034 habitantes, el barrio se caracteriza por bajos ingresos, viviendas precarias y un alto índice de desescolarización. La violencia es un problema significativo, con 24 homicidios y 339 casos de hurto reportados en 2023. La presencia de habitantes de calle y el uso de drogas en espacios públicos agravan la situación. La falta de infraestructura comunitaria, como parques y centros de salud, dificulta la implementación de estrategias preventivas. En 2017, la Alcaldía de Cali calificó el barrio de Sucre como un escenario de vulnerabilidad extrema. El barrio El Porvenir en Santander de Quilichao enfrenta desafíos similares relacionados con el consumo de drogas y la violencia. Este municipio es un corredor estratégico para el tráfico de drogas. En El Porvenir, con 5.000 habitantes, el consumo se concentra en áreas específicas, afectando negativamente a los jóvenes y fomentando el microtráfico. A pesar de estos desafíos, la comunidad muestra un fuerte sentido de arraigo y compromiso con su desarrollo, aunque la dependencia de recursos externos plantea desafíos para la sostenibilidad.
Activación de carteras de experimentación en Cali y Santander de Quilichao
En el último año, los agentes locales en Cali y Santander de Quilichao han trabajado conjuntamente para visualizar hasta 40 nuevas soluciones que dan respuesta a las narrativas identificadas en el barrio Sucre y El Porvenir. Las narrativas hacen referencia a los problemas que aquejan a los y las jóvenes en situación de exclusión social, consumo de sustancias y actividades ilícitas, así como sus causas. Entre 2023 y 2024, la Corporación Viviendo ha implementado diversos instrumentos para escuchar no solo a la comunidad, sino también a todos los agentes y organizaciones que están involucrados en esta problemática. El objetivo de este proceso de escucha profunda es desentrañar narrativas que revelan las necesidades y retos a nivel comunitario. Esto ha permitido identificar y proponer prototipos o proyectos viables que pueden ser implementados para prevenir el uso de drogas y evitar la vinculación de los jóvenes a economías ilegales.
Durante el proceso de escucha, los equipos locales han identificado una serie de narrativas que influyen en la percepción de las comunidades sobre la posibilidad de cambio. Por un lado, se resalta la resiliencia comunitaria como motor de cambio en ambos barrios. A pesar de los desafíos que atraviesan el barrio, como la violencia, estigmatización y falta de oportunidades de futuro, la comunidad muestra una fortaleza que impulsa la transformación. Esta resiliencia sugiere también un abandono por parte de la administración pública, lo que da a entender que el cambio sólo depende y es posible a partir de los recursos internos y comunitarios. Un segundo patrón, por el contrario, enfatiza la necesidad de colaboración con agentes externos e intersectoriales para maximizar el impacto de las iniciativas comunitarias. En particular, en el barrio Sucre, subyace una narrativa transformadora que afirma que el cambio ya está en marcha, y reconoce a las personas que usan drogas como parte del mismo. Entre los jóvenes, hemos identificado una narrativa transversal de desesperanza ante la falta de oportunidades de futuro, que lleva al consumo y al microtráfico. En concreto en Santander de Quilichao, las comunidades señalan que sin incluir a los grupos armados en los procesos de diálogo y de toma de decisiones, el cambio no será posible. Ambos barrios consideran relevante generar una nueva narrativa propia, optimista y esperanzadora, más allá del estigma asociado al consumo de sustancias.
El 19 de septiembre tuvo lugar un hito clave en los dos laboratorios. Las secretarías de las Alcaldías de Cali y Santander, organizaciones de la sociedad civil y emprendimientos de los dos municipios priorizaron y diseñaron los planes de implementación de una decena de prototipos. Entre ellos se incluyen prototipos comunitarios, rediseño de servicios públicos, emprendimientos, colaboraciones público-privadas y nuevas iniciativas de regulación que serán testados en los próximos meses en el espacio seguro que ofrecen las carteras de experimentación. Las nuevas soluciones están conectadas entre sí y con las iniciativas existentes en los territorios, para amplificar así su impacto.
En el encuentro de las Secretarías, participaron desde Cali la Secretaría de Cultura, Seguridad y Justicia, Bienestar Social, Paz y Cultura Ciudadana, Participación Ciudadana, y la Secretaría de Salud de Santander de Quilichao. La Secretaría de Cultura mostró interés en apoyar la Casa Cultural Cultural Corazón de Sucre, que funcionará como un espacio de encuentro, investigación y promoción de la cultura local, sirviendo también como punto de conexión para otros prototipos como la cooperativa de emprendimientos gastronómicos liderados por mujeres, el museo en torno al alimento o la publicación ¿a qué sabe Sucre?. La Secretaría de Salud de Santander de Quilichao impulsará desde su cartera de servicios la ruta Porbeta, que integra una red de emprendimientos locales liderados por mujeres en los barrios El Porvenir y Betania.
En septiembre tuvo lugar también la sesión con emprendimientos locales y sociedad civil de Cali, entre ellas, Casa Cultural Chontaduro, Sambumbe Food Lab, Restaurante Cumbre Masa Madre, Café Arboleda, Sapiencia, Fundación SIDOC, Fundación WWB, Fundación Escuela Taller de Cali, y la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana. Estas organizaciones han participado en los laboratorios desde su puesta en marcha, validando las narrativas identificadas y su evolución, y diseñando los prototipos iniciales en espacios colaborativos. Algunos de los prototipos priorizados por estas organizaciones incluyen las huertas comunitarias e iniciativas para la recuperación del espacio público para contribuir a resignificación del barrio y el desarrollo personal de los jóvenes; la creación de una cooperativa de recicladores con la comunidad con enfoque de derechos; e iniciativas para la transformación de productos CBD para uso medicinal.
En las próximas semanas, la Secretaría de Salud de Santander de Quilichao liderará y replicará estas actividades con las autoridades y agentes comunitarios en el municipio, para la priorización e implementación de los prototipos en una mesa de trabajo amplia ajustada a las necesidades locales.
Los laboratorios innovarán también en las formas de financiación, combinando los recursos que pone a disposición el programa COPOLAD III con recursos locales existentes y nuevas fuentes de financiación públicas y privadas. La Sociedad de Activos Especiales (SAE) adjudicará a la Corporación Viviendo un predio por uso ilícito que servirá como espacio para testar potenciales emprendimientos sociales, entre ellos, un lavadero de carros y un restaurante comunitario. El objetivo es que estos emprendimientos contribuyan a generar ingresos y constituir una caja de ahorros comunitaria para la financiar otros prototipos incluidos en la cartera. A largo plazo, el objetivo es alinear los recursos y constituir un fondo de inversión público-privado que permita dar sostenibilidad a las carteras de experimentación.
Primera Misión Consumo con foco en jóvenes en zonas urbanas
En los próximos meses, el equipo del laboratorio pondrá en marcha un proceso de escucha y co-creación para definir con agentes clave (entre ellos, el Ministerio de Justicia y del Derecho) la primera misión sobre consumo con foco en jóvenes en situación de vulnerabilidad en zonas urbanas y semi-urbanas. Con base en los aprendizajes generados en los laboratorios de Cali y Santander, el objetivo es escalar las metodologías de evaluación evolutiva y ponerlas a prueba en la región del río Cauca para medir cambios en las narrativas y percepciones sociales. Esta misión permitirá a largo plazo transversalizar el enfoque de innovación social y sistematizar metodologías de mapeo, escucha, interpretación colectiva y co-creación para medir cambios en las narrativas locales y diseñar así políticas públicas más conectadas con las dinámicas sociales. El Ministerio de Justicia y del Derecho, en el marco del Eje de Cambio de Narrativas, testará en el espacio que ofrece la misión nuevas herramientas digitales para la gestión y evaluación de retos sociales complejos.
Nuevos canales de escucha y experimentación
El Bosque de la Memoria nace con la intención de escuchar, desestigmatizar y dignificar a las comunidades y territorios históricamente afectados por el narcotráfico y la guerra contra las drogas, a través del diseño y activación de una ruta de encuentro, reflexión y construcción de memoria. En el marco de esta ruta, durante el mes septiembre 2024 se realizó el taller de creación colectiva, en clave de canal de escucha, que desarrolló nuevas narrativas visuales y territoriales desde la voz de un grupo de habitantes del barrio Sucre. El taller fue liderado por VIST projects y durante 5 días se centró en la activación de la imaginación de los participantes, dejando atrás los temas recurrentes relacionados con las drogas y las violencias relacionadas. Esta dinámica abrió la posibilidad de crear autorepresentaciones alternativas, las cuales permiten también imaginar y emprender caminos de inclusión social, más allá del consumo. Las fotografías resultado del taller del Bosque de la Memoria se expondrán en el evento regional de innovación que tendrá lugar en marzo 2025.