En Montevideo, las personas que desde hace décadas se dedican al reciclado de residuos en los vertederos más grandes de la ciudad, desarrollan una gran parte de su actividad en sus domicilios. Esta realidad tiene consecuencias muy negativas para su salud y la del conjunto de la población local. El proceso de escucha impulsado por el PNUD en colaboración con la Intendencia de Montevideo nos ha permitido conocer en profundidad la realidad de estas personas y poder visualizar la complejidad del conjunto del sistema de gestión de residuos en la ciudad. Durante varios meses, este equipo ha podido conversar con clasificadores, organizaciones comunitarias que les apoyan, profesionales de la Intendencia, y empresas que se dedican a esta actividad.
La escucha profunda es una capacidad necesaria para comprender mejor las necesidades y aspiraciones de la comunidad en tiempo real. Los actuales esfuerzos de innovación y experimentación se basan muy a menudo en una comprensión limitada y a veces superficial de las percepciones de los principales interesados. Esta capacidad, enriquecida por el mapeo de sistemas y los espacios de interpretación colectiva, son los pilares para generar carteras equilibradas que den respuesta a las percepciones que existen y están operando en el sistema.
Este trabajo ha venido acompañado de un ejercicio de visualización del conjunto del ecosistema y de los flujos de relación entre agentes.
La principal conclusión de este proceso es que existen formas muy diversas de interpretar esta realidad (en función de la realidad de cada colectivo) y que los principales actores reclaman espacios seguros para poder experimentar con nuevas soluciones. Estas diferentes maneras de ver la misma realidad pueden resumirse entre las personas y colectivos que ponen el acento en la dimensión medioambiental del problema y los que destacan sus implicaciones sociales. No son formas excluyentes de entender esta realidad, pero les llevan a optar por soluciones de una naturaleza u otra. Dentro de la propia Intendencia de Montevideo, el Departamento de Desarrollo Ambiental y el Departamento de Desarrollo Social tienen la responsabilidad de abordar la misma problemática desde dos marcos de actuación diferentes. El primero lo ve como un riesgo sanitario que debe ser evitado por el bien común mientras que el segundo señala los potenciales beneficios económicos de la actividad para la subsistencia del colectivo.
Un ejemplo de este dilema es el hecho de que en el mes de septiembre, el Departamento de Desarrollo Ambiental publicó una ordenanza para prohibir la clasificación en el hogar, que tuvo consecuencias directas en el ingreso diario de cientos de familias. En los días siguientes a su publicación, el Departamento de Desarrollo Social recibió numerosas llamadas de clasificadores y planteó un acuerdo con el Departamento de Desarrollo Ambiental para permitir la clasificación en el hogar de forma temporal, hasta encontrar la vía de transitar hacia la formalidad con todas las necesarias garantías sanitarias y medioambientales. Desde una perspectiva de gestión tradicional, la intendencia debería tomar una decisión estratégica y optar por dar más peso a uno de los dos criterios. Esta decisión debería condicionar las actuaciones de los clasificadores pero también del conjunto del ecosistema.
La “Demostración Profunda” (Deep Demo) que está promoviendo UNDP en colaboración con la Intendencia, por el contrario, ofrece un espacio de experimentación segura en el que podamos probar diferentes soluciones dentro de la misma cartera o portafolio de innovación. Estas soluciones, o prototipos, podrán ser a priori “contradictorios”, diseñados desde perspectivas diferentes y respondiendo a colectivos y patrones de pensamiento diversos.
Su valor añadido, por lo tanto, es crear un espacio de generación de conocimiento dinámico en el que probamos soluciones diferentes pero se analiza su impacto de forma colaborativa y en tiempo real. En lugar de tratar de convencer al resto de colectivos sobre la importancia de nuestra mirada, vamos construyendo una narrativa compartida de lo que funciona y lo que no. Existe abundante evidencia científica de los pobres resultados que ofrece el tratar de “educar” a otros colectivos sobre la superioridad de nuestros argumentos. Por el contrario, interpretar colectivamente el proceso de experimentación (sensemaking) facilita nuevos procesos de co-creación entre agentes que normalmente tienen dificultades para trabajar de forma colaborativa.
En el marco de la Deep Demo, las carteras o portafolios se plantean como espacios de aprendizaje o experimentación para abordar problemas complejos. A través del diseño e implementación de carteras que incluyen iniciativas diversas, las narrativas que en un primer momento parecen incompatibles (en este caso, las diferentes perspectivas sobre cómo abordar la problemática de la clasificación en el hogar) pueden llegar a transformarse en narrativas compatibles.
En este caso concreto, el proceso de escucha ha permitido identificar una decena de posibles prototipos “contradictorios” pero interconectados que darán lugar al primer portafolio de experimentación que responderá en tiempo real a las diferentes miradas que existen sobre una problemática tan compleja.
Estos espacios de aprendizaje permiten la puesta en marcha de iniciativas contradictorias sin tener que llegar a un acuerdo inicial entre las partes interesadas. Se trata de un espacio de experimentación regulado o controlado para que el conflicto entre prototipos se desarrolle de forma natural. En paralelo, los espacios de interpretación colectiva permiten que agentes diversos que forman parte del ecosistema escuchen otras realidades y presenten la suya propia, sin tratar de convencer a los demás. Estos espacios se repiten en el tiempo y permiten la generación de narrativas compartidas al mismo tiempo que testan diferentes formas de dar respuesta a una misma problemática.
En este contexto, el PNUD se presenta como un agente clave con capacidad para desarrollar estas nuevas competencias (visualización de la complejidad, escucha comunitaria, sensemaking, co-creación y prototipado) y transferir este conocimiento a otros agentes con capacidad de incidencia en el conjunto del sistema. De esta manera es posible generar una comunidad de aprendizaje más amplia para poner en práctica y mejorar este enfoque de trabajo para el abordaje de problemas complejos.