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Identidad de barrio, ¿clave para trabajar la soledad no deseada?

El Ayuntamiento de Zumarraga lidera un proceso de participación comunitaria para revitalizar los barrios altos de Zumarraga

ALC ha acompañado al Ayuntamiento de Zumarraga a lo largo del año 2024, generando un proceso comunitario y participativo centrado en los retos que afectan a los barrios situados en la zona alta del municipio. Desde el Ayuntamiento existía un diagnóstico que indicaba que, a raíz del COVID y sus consecuencias, la vida en los barrios había decaído preocupantemente, especialmente en lo que respecta a los colectivos de personas mayores. El Polígono Mendizábal, ubicado en la zona alta, se encuentra separado del resto del municipio por la carretera GI-2632. Esta vía atraviesa Zumarraga y actúa como una barrera entre las zonas alta y baja del pueblo. Aunque se han realizado mejoras en la carretera para mitigar este efecto, las personas residentes en la zona alta, especialmente las personas mayores, siguen encontrando dificultades para acceder a los recursos del municipio.

 

En los últimos años, el Ayuntamiento de Zumarraga ha trabajado para fomentar el envejecimiento activo y abordar la soledad no deseada mediante programas como ELKARZAINDUZ o Tau-Taupadak. Sin embargo, la convivencia vecinal, la soledad no deseada y la poca implicación comunitaria en los barrios de la zona alta seguía siendo una preocupación. Por ello, el Ayuntamiento decidió activar un nuevo proceso con un enfoque de innovación social y gobernanza adaptativa, en colaboración con ALC, para complementar los esfuerzos ya existentes. En este marco, ALC y el Ayuntamiento de Zumarraga, liderados por el área de servicios sociales e igualdad, diseñaron un proceso participativo que incluyó una fase de escucha en los barrios y de co-creación para desarrollar nuevos proyectos

 

Retos detectados durante el proceso de escucha

 

El proceso de escucha confirmó algunas de las percepciones que tenía el Ayuntamiento: una parte significativa de la población mayor sufre situaciones de soledad no deseada. Además, se identificó la necesidad de generar nuevos espacios para dialogar sobre la pérdida de seres queridos. Una de las narrativas más repetidas por las personas del barrio fue la gran cantidad de fallecimientos ocurridos en los últimos años (no solo a causa del COVID). Como señaló una participante: “En poco tiempo en la plaza se ha muerto mucha gente”. Estas pérdidas han generado nuevas realidades familiares, y la soledad no deseada se percibe como uno de los mayores retos de la zona: “El miércoles pasado estábamos en gimnasia. De 18 que éramos, estábamos nueve, y da la casualidad de que las nueve viudas. Vi que necesitaban hablar.”

 

Otra narrativa importante que emergió durante el proceso está relacionada con la identidad de barrio. Los barrios altos de Zumárraga se construyeron en la segunda mitad del siglo XX, durante la industrialización del municipio, gracias a la migración, principalmente de provincias españolas. Muchas personas entrevistadas recordaron las antiguas fiestas del barrio, que solían ser incluso más relevantes que las fiestas principales de Zumarraga, reflejando la vida activa de esa época. Hoy, sin embargo, estas celebraciones han desaparecido, y varias personas señalaron que sienten que se ha perdido la identidad de barrio. Esto ha llevado a una sensación de abandono y desprestigio por una parte de la población: “Empezamos a buscar casa y salió una oportunidad de comprarnos un piso en la plaza de los Leturia. (...) Es verdad que nuestro entorno sí que fue un poco como <<uy, cómo os vais a ir ahí arriba>>.”

Una tercera narrativa destacada tiene que ver con la llegada de nuevas personas a los barrios altos. Por un lado, algunos residentes sienten que los recién llegados no contribuyen a recuperar la identidad de barrio. A su vez, existe una percepción de falta de espacios para despedir y homenajear a quienes construyeron estos barrios. Además, la diversidad cultural y lingüística de los nuevos residentes plantea desafíos adicionales para la convivencia. Sin embargo, hay otra narrativa que también reconoce esta diversidad como una oportunidad: “Hay gente que viene de sus países o de otros sitios que tienen diferencias políticas, pero una vez que están aquí estamos todos unidos y la política la dejamos a un lado.” Asimismo, se identificaron oportunidades concretas para mejorar la convivencia, como ajustar los menús en actividades comunitarias para incluir opciones más inclusivas: “Nosotros a esas actividades generalmente no solemos ir porque comemos muy diferente. Más cerdo, la carne también y aquí todo lleva cerdo, hasta las alubias. Y al final, no solemos participar.”

 

Sesiones comunitarias y co-creación

 

Estas percepciones, recopiladas durante el proceso de escucha, se contrastaron en diversas sesiones abiertas a la comunidad. El objetivo de estas sesiones fue comprender las diferentes visiones sobre los barrios y explorar posibles respuestas a los retos planteados. En cada sesión participaron entre 20 y 40 personas de perfiles diversos: técnicos/as y concejales/as del Ayuntamiento, usuarios/as y directivos/as del centro de mayores, propietarios/as de bares y tiendas, monitores/as de ocio y tiempo libre, personas vinculadas a la parroquia o la mezquita, personal de la farmacia, profesionales del centro de mayores Argixao, trabajadores/as del centro de salud y miembros de distintas asociaciones.

 

En las sesiones comunitarias se debatieron las conclusiones del proceso de escucha y se subrayó la importancia de responder simultáneamente a diferentes necesidades, como las de las personas mayores que viven solas y las de las familias recién llegadas, o los jóvenes del barrio. Reflexiones como estas surgieron durante las sesiones:


  • “Es verdad que hay un desprestigio. Esta zona era la zona castellana pero la migración no se entendía de manera peyorativa. Ahora hay la sensación de que la migración se entiende como si fuesen de segunda clase”. 
  • “Los niños no juegan juntos. Hay división por culturas.”
  • “Esto es una república independiente. Nos tienen bastante abandonados. El ayuntamiento tiene que subir la carretera arriba también”.
  • “Hay que pensar cómo acoger a la gente que llega de fuera. Una comida popular puede dar pie a ello.” 
  • “No nos ha dado tiempo a despedirnos de la gente. Es necesario hacer un reconocimiento a la gente que se ha ido y que construyeron este barrio. Ese duelo hay que pasarlo todavía.” 
  • “Prefiero estar apuntada en todo que estar sola. Pero veo mucha gente que está muy sola y no quieren salir de ahí.” 

 

Con el objetivo de dar respuesta a los retos mencionados se han desarrollado dos sesiones de co-creación. En ellas, por decisión de los propios participantes del proceso se han establecido tres áreas temáticas: la soledad no deseada, el duelo y la pérdida de las personas fallecidas, y nuevas actividades para el barrio que tejen puentes. En cada una de estas áreas temáticas se han co-creado diferentes prototipos y el objetivo será empezar a desarrollarlos durante el año 2025. Para ello, se ha creado un grupo motor formado por gente de distintas asociaciones u organizaciones y su objetivo será dar impulso a la cartera de iniciativas que se ha propuesto: 

 

Soledad no deseada; prototipos: 
  • Café solidario para las personas que se sienten solas. 
  • Banco de las historias para personas que quieren compartir el tiempo con otras personas. 
  • Cadena de favores dirigida a personas que viven solas en sus domicilios y tienen dificultades para realizar las tareas y satisfacer algunas de sus necesidades del día a día.
  • Prototipo para interconectar las iniciativas que ya existen para personas y organizaciones que impulsan y participan en actividades en el barrio.

Duelo y la pérdida de las personas fallecidas; prototipos: 

  • Café Duelo para toda la comunidad que haya tenido una pérdida por muerte.
  • Árbol de la memoria para todo el barrio, para dar testigo y homenajear a las personas que han fallecido, dando respuesta a la narrativa, "viene mucha gente nueva, pero no nos ha dado tiempo de despedir nuestros muertos”. 
  • Charla multicultural sobre el duelo y la muerte para todas las edades.

Nuevas actividades

  • Pintxopote  para personas que vivan en el barrio y también para el resto de la ciudadanía.
  • Comida popular/cultural  para personas que quieren compartir el tiempo con otras personas y reunirse con vecinos/as.
  • Cartera de actividades  dirigido a todos los vecinos/as y ciudadanía.

Aprendizajes y conclusiones finales

Durante todo este proceso, ha destacado la amplia participación en las sesiones comunitarias propuestas. Esto refleja la necesidad existente en la sociedad de contar con espacios que permitan construir colectivamente. Desde el Ayuntamiento de Zumarraga se impulsó este proceso al comprender que los programas y proyectos anteriores no estaban logrando el impacto deseado ni se conseguía encontrar la clave para abordar los retos de manera efectiva. Por ejemplo, algunos participantes señalaron como uno de los problemas el desconocimiento de la oferta: “no necesitamos nuevas ideas, necesitamos reforzar lo que ya existe y conectarlo mejor”. En este contexto, la implementación de un proceso de escucha activa y la apertura hacia la co-creación, basados en los propios intereses de los barrios, han despertado un interés renovado por participar y activar la comunidad.

 

Un aprendizaje clave de este proceso tiene que ver con el papel del Ayuntamiento, un modelo escalable para otras instituciones públicas que busquen generar procesos comunitarios. Por un lado, existe la dificultad administrativa, burocrática y organizativa que enfrentan los entes públicos para dar respuesta a retos complejos como este. Por otro lado, ante la magnitud y complejidad de los problemas, la tendencia habitual es fragmentarlos en proyectos individuales, con cada uno buscando tener su propio impacto para luego intentar generar espacios de colaboración. Sin embargo, este proceso demuestra la necesidad de abordar de forma simultánea y conectada diferentes problemáticas. Lo que comenzó como una conversación sobre la soledad no deseada terminó abarcando temas como la migración y la identidad de barrio. 

 

Todas estas intersecciones tienen sentido en un contexto único, y las respuestas deben estar interconectadas para generar un cambio real. Es importante reconocer que este proceso, iniciado en 2024, no puede revertir la situación de forma inmediata. Sin embargo, establece un camino hacia el futuro que enfatiza la necesidad de generar espacios de interconexión. La colaboración entre diferentes actores (organizaciones, comunidades, vecinos, etc.) no surge espontáneamente; necesita ser trabajada y entrenada. Por otro lado, este proceso muestra también la complicada misión de mantener la balanza equilibrada en lo que a responsabilidad del proceso se refiere. Es muy complicado generar un proyecto comunitario desde una institución, por el propio concepto que tenemos como sociedad de las instituciones públicas, y existan riesgos a la hora de entender de quien depende este tipo de procesos y cuál es el papel de cada actor en el proceso.