ALC ha desarrollado una jornada de trabajo y co-creación con agentes regionales de Euskadi en torno a la figura del conector/a comunitario/a, llegadas desde Matia Fundazioa, Fundación Argia, Grupo SSI, Asociación Gaude, Osakidetza - departamento de salud de Uribe Kosta, Fundación EDE, Bizkaia Gara, Adinberri y la Fundación Doble Sonrisa.
Durante los últimos dos años, ALC ha participado en la co-creación de este rol, dentro del proyecto Mi casa: Una vida en comunidad. Esta iniciativa se enmarca en la red de proyectos de experimentación en desinstitucionalización impulsada por el Ministerio de Asuntos Sociales y Agenda 2030 desde enero de 2023. Como parte del proceso de experimentación, ALC lidera el proceso de co-creación de nuevos roles comunitarios que permitan abordar los retos de desinstitucionalización y su prevención.
El objetivo de la sesión de co-creación en Bilbao fue contrastar con agentes especializados las principales ideas clave obtenidas en el proceso de escucha y experimentación en el marco del proyecto Mi Casa. A partir de las soluciones innovadoras que ya se están impulsando en Euskadi en el ámbito de los cuidados, las participantes reflexionaron sobre cómo aterrizar los elementos clave al contexto local y complementar el análisis realizado por ALC y Plena Inclusión. En esta sesión se pudieron en común la diversidad de escenarios y referencias, generando un espacio de aprendizaje conjunto sobre los nuevos roles comunitarios para el abordaje de retos complejos.
Análisis narrativo sobre los nuevos roles comunitarios
Durante el marco del proyecto Mi casa: una vida en comunidad, ALC ha acompañado a conectore/as comunitario/as de 6 territorios distintos del estado español, donde se han testado múltiples herramientas a través del ejercicio de mapeo y escucha comunitaria.
Este proceso ha permitido identificar las percepciones iniciales acerca de la figura que han sido contrastadas y validadas en espacios colaborativos de interpretación colectiva.
A lo largo de todo este proceso se han ido abriendo numerosas posibilidades para la figura, que reflejan la importancia del mismo como un agente de cambio en la inclusión social. Estas etapas iniciales han dado lugar a cuatro ideas clave que han surgido a través de la colaboración conjunta y la evaluación territorial:
- Es necesario valorar el proceso en sí, no solo las acciones. Y hay que tener en cuenta que los cambios culturales se producen a largo plazo.
- El conector comunitario cumple unas funciones y roles que van más allá de ser un guía de ocio.
- El desarrollo comunitario trasciende la figura del conector.
- Existe una resistencia al cambio en el sector.
Identificados estos cuatro patrones, el objetivo de la sesión era el de analizar y debatir en el grupo las características de estas narrativas. Y, a partir de ahí, trabajar en un proceso de co-creación de esta figura aterrizada al contexto local.
Análisis conjunto sobre los perfiles
Estas son algunas de las cuestiones que apuntaron los agentes especializados durante la sesión:
La importancia de la interconexiones
El impacto que puede generar el rol del conector comunitario se pone a veces en duda. Y es imprescindible que este perfil esté integrado en la comunidad. Cada barrio y lugar es diferente y tiene una realidad concreta. La comunidad también debe abrirse para recibir e integrar a estos nuevos roles:
“El cambio de mirada a la que nos dirigimos es a toda la comunidad, si la comunidad no está dispuesta a acoger a la gente es complicado”.
Algunos agentes consideran imprescindible que la persona tenga un vínculo previo con la comunidad en que se realiza la intervención. En cualquier caso, las instituciones locales deben facilitar y poner a disposición las herramientas e instrumentos para apoyar el proceso de integración del conector.
Los agentes que ya están desempeñando este rol en Euskadi señalaron la importancia de diseñar un sistema de seguimiento efectivo para las intervenciones que se están impulsando: “La comunidad no se sostiene a lo largo del tiempo. Aunque tú les des un poder, también hay que dar un seguimiento. Dependerá de la intensidad en cada momento, pero hay que darlo”.
El rol de las instituciones
Las instituciones deben ser las principales garantes de la figura del conector comunitario: “Esta figura, aparte de creérsela, hay que trabajarla con la administración; porque hay que plantear los procesos de otra manera”.
La forma en que se gestionan, financian y evalúan los proyectos limita sustancialmente la capacidad de experimentación del sector público. Por ello, se requieren estrategias que incorporen nuevas herramientas para medir, entender y adaptarse a entornos complejos que cambian rápidamente. “Medir el impacto es complejo pero la percepción del usuario es imprescindible. Y también es importante la valoración que hagan las instituciones en cuanto a las redes que se están creando”.
Funciones esenciales del rol: más allá de un mero conector de recursos
El/la conector/a empieza a percibirse como una figura que desborda un mero “conector de recursos”. Las nuevas figuras comunitarias desempeñan un papel fundamental en el fortalecimiento y desarrollo de la comunidad, que va más allá de la temática concreta de la desinstitucionalización, la salud mental o el envejecimiento.
Las profesionales que se dedican a ello tienen que ser conscientes del valor que generan. Hay que gestionar la insatisfacción por no poder generar cambios tangibles en un contexto marcado por la incertidumbre: “Esperamos respuestas a corto plazo, pero este cambio es de muy largo plazo. Para los conectores comunitarios es complicado y frustrante esto”.
Existe un debate sobre si esta figura se tiene que construir sobre un perfil profesional que ya existe (como es el caso de las enfermeras comunitarias, los monitores o dinamizadores locales), o si se trata de una oportunidad para co-crearlo de manera conjunta desde cero: “Nos parece interesante intentar aprovechar la oportunidad de la situación insostenible que vivimos en el ámbito sanitario”
La flexibilidad es una de las características esenciales del rol: “El conector comunitario necesita estar en la calle y tener dedicación completa”.
Conclusiones
La información obtenida en la sesión permitió a ALC validar la información ya recogida en la fase de escucha y experimentación:
- Muchos de los retos (enfermedad avanzada y soledad no deseada, cuidados en el final de la vida, desinstitucionalización de determinados servicios) no encuentran fácilmente respuesta por parte de los servicios sanitarios, y por lo tanto, el apoyo de los demás sectores, ámbitos sociales y comunidad en su conjunto adquiere una gran relevancia.
-Los nuevos roles comunitarios surgen como una pieza clave para garantizar una mayor conexión entre las iniciativas que impulsan las instituciones, empresas y organizaciones en el ámbito de los cuidados.
-El valor añadido de estos roles es promover nuevas capacidades para garantizar que existe una conexión permanente entre las percepciones de una determinada comunidad y las estrategias e intervenciones que se están desarrollando.
-Se ha identificado una dificultad muy importante a la hora de recoger información cualitativa que nos muestre los comportamientos y percepciones sociales. En general, existe dificultad para entender de una manera profunda las dinámicas sociales y cómo interactuar en ellas. Por ello, se ha consensuado que en próximos pasos se profundice en observar las distintas herramientas existentes para escuchar la diversidad de voces de un territorio y poder trabajar en la construcción de infraestructuras de cambio e innovación social que estén conectadas con las percepciones comunitarias.