Comunidades Compasivas en Euskadi

Esta investigación ha constatado que en Euskadi hay muchas personas solas, enfermas o con un tejido familiar y social muy reducido en situación de dependencia, cuidados paliativos, final de vida, muerte y duelo. Estas situaciones se ven amplificadas por el proceso de envejecimiento de la población y por la situación de emergencia provocada por la pandemia del Covid-19.

 

Este carácter complejo impide una solución exclusivamente sanitaria o vinculada a los servicios públicos existentes. Las "comunidades solidarias" como alternativa, tratan de construir un sistema complementario a los servicios existentes, descentralizado y con posibilidad de autoorganización.

 

 

Este informe ha identificado más de cien iniciativas comunitarias que intentan complementar los servicios sociales existentes. Estas iniciativas son valoradas muy positivamente por personas y familias que se encuentran en situaciones de soledad, enfermedad avanzada o muerte. Existe abundante evidencia científica sobre el valor de las redes sociales de apoyo. Por ello, las “comunidades compasivas” pueden convertirse en la nueva red social que acompañe a personas solas o enfermas durante la última etapa de la vida.

 

 

El informe se ha centrado en comprender mejor las percepciones y motivaciones de las personas que impulsan estas comunidades y las personas y familias que reclaman su apoyo. Esta información puede ser muy útil para hacer posible una conexión real entre los esfuerzos de las distintas administraciones y las iniciativas sociales.

La puesta en marcha de iniciativas de entornos compasivos en Euskadi ya ha dado sus primeros pasos en lo que se denomina la Red de Comunidades Compasivas de Euskadi. Gasteiz, Getxo, Santurtzi, Donostia, Zarautz, Tolosa, Orio, Bidasoa, Elgoibar y Sopelana son algunos de estos municipios. El objetivo de estos proyectos es “abrir espacios para visibilizar lo invisible”, así como dotar de recursos a la comunidad para facilitar que se pueda acompañar a las personas que están en la última etapa de la vida, fomentar la creación de redes vecinales y atajar la soledad no deseada.